Las “tierras incógnitas” que aparecen en los mapas de todos los tiempos son algo más que un objeto geográfico desconocido: son el fundamento mismo del saber geográfico, su razón de ser, aunque desde el momento en que son enunciadas están condenadas a ser borradas y reemplazadas por “información geográfica”. Este libro recurre a documentos históricos, literatura, obras plásticas y, sobre todo, mapas muy variados para analizar los insospechados y fascinantes matices de la categoría terrae incognitae a partir de tres casos que nos revelan la magia y la atracción que generaron (y siguen generando) esas misteriosas manchas blancas vacías en los mapas: un continente austral que nunca existió pero habitó la cartografía durante más de doscientos años, una Patagonia despojada de sus seres mitológicos y vaciada para ser medida con los parámetros modernos y los paisajes imposibles de los fondos oceánicos que se hicieron visibles en mapas simulados.
En cada una de las partes se examinan ciertos modos específicos de concebir lo desconocido que se relacionan íntimamente con los métodos de producción de conocimiento científico y con sus estrategias de legitimación para transformar aquella aproximación intuitiva hacia lo inexplorado –que se presentaba como algo que apenas podía ser nombrado a medias– en una relación intelectualmente articulada para la reflexión sobre lo no sabido. Aunque con variantes que todavía merecen ser explicadas (y este libro pretende ser un aporte en esa dirección), los mapas de “lo desconocido” buscan tender un puente cultural e intelectualmente aceptable hacia los desafíos que encarnan las geografías incógnitas.