Reseña de FIN DE FIESTA

Del otro lado del Riachuelo, Ramón Braceras es el que manda en Avellaneda (estamos en la Década Infame); con gauchadas y aprietes administra un poder que se refrenda regularmente por el fraude. Es el protagonista dominante de Fin de fiesta, aunque el papel principal le corresponde a su nieto y eventual sucesor Adolfo. En su educación política y sentimental –vive en la casa familiar con su hermano y sus primas– Adolfo conoce, ejerce y sufre la violencia en los arrabales, el campo, su habitación, el Congreso Nacional y observa el auge y la caída de una época. Publicada en 1959, esta novela representa un giro hacia lo político en la narrativa de Beatriz Guido que se completaría con El incendio y las vísperas (1964) y Escándalos y soledades (1970).

Acerca del Autor Beatriz Guido

Nació en Rosario, Santa Fe, en 1922. No precisamente paralelas, más bien lo contrario, las dos vertientes de las que se nutre la obra de Beatriz Guido –la literaria y la cinematográfica– comienzan casi al mismo tiempo y la acompañarán toda su vida. El guion de la película (1957) basada en La casa del ángel (1954), su primera novela e inesperado éxito de ventas, prueba esta sincronía y aquella simbiosis; añade también otra persistencia: su sociedad sentimental y artística con el Leopoldo Torres Nilsson. Con cierta pereza y algo de misoginia, se la suele asociar a Silvina Bullrich y Martha Lynch; sin negar ciertas intersecciones, su actividad como guionista –la primera de nacionalidad argentina– la destaca del resto del terceto. Su inclusión en la Generación del 55, que la emparenta con David Viñas, Dalmiro Sáenz o Sara Gallardo, parece un capricho cronológico y poco más. Otras de sus otras obras fueron: La casa del ángel (1954), La caída (1956), La mano en la trampa (1961), Piedra libre (1976).